miércoles, 6 de febrero de 2013

Mi amada extraña


  • Eres jodidamente preciosa. Fue lo único que pude esputarle.
Tras pasar meses siguiéndole el rastro por cada rincón de la ciudad, frecuentando los mismos garitos, rastreando internet tras algún detalle, lanzando preguntas piadosas a conocidas, forzando situaciones para mantenerla a una distancia cercana, observando de lejos cada gesto, cada sonrisa que me hacía enloquecer...lo único que se me ocurre decirle...- Eres jodidamente preciosa...

Eran demasiadas cervezas las que bebí mientras ella se divertía con unos amigos al fondo del bar, últimamente era mi pasatiempo favorito, hasta que esa noche se acercó a pedir otra birra más justo en el hueco de la barra más cercano a mí. Explosiva fue la mezcla entre excitación y nerviosismo que sin dejar de mirar sus ojos solté aquella épica e intelectual frase...
Me miró de forma fugaz, cogió las 3 cervezas y salió rápidamente hacia donde estaban sus compañeros...de lo de después ya ni tan si quiera lo recuerdo...

Habré quemado más de mil horas de reloj imaginando un intercambio de palabras con ella, cientos de folios con garabatos literarios bajo el eje de su motivación, millones de momentos compartidos a la sombra de mi mente... que se fueron al traste en tan solo tres segundo el día menos esperado...

Ella es preciosa, jodidamente preciosa, si...me enloquece su pelo corto sin ningún orden lógico por su cabeza, sus ojos verdes que iluminan mis largas noches, su cuello, su manos llenas de pulseras de mil colores, su ropa y su sonrisa...su puta sonrisa es lo que hace convertirme en tal maníaco suyo, que hasta yo mismo alucino...

¿Nos podemos enamorar de alguien que ni tan siquiera conocemos?
El problema se agranda cuando la vida imaginaría que lleva contigo se hace tan real que crees que la conoces desde hace años...

Quizás lo ideal sería continuar esta vida paralela sin que ningún deseo te permita cometer estupideces o, por el contrario, lanzarse de cabeza al mundo real para recibir la bofetada moral como aquel soñador borracho de la barra...

Yo seguiré soñando para escapar de realidades, escaparé de sueños para disfrutar de realidades...siempre que las soledades de espíritu no vengan a visitarme...

3 comentarios:

  1. No siempre hay que esperar al momento perfecto,
    a veces, hay que atreverse a saltar.
    C.P.M.

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  2. ¿Nos podemos enamorar de alguien que ni tan siquiera conocemos? Respuesta complicada y ambigua, ya que nos enamoramos de lo que pensamos de esa persona, y evidentemente nuestra imaginación eleva a las nubes cualquier pensamiento, lo cual no siempre es bueno ¿o si??
    Ese gran final a tu entrada..."Yo seguiré soñando para escapar de realidades, escaparé de sueños para disfrutar de realidades...siempre que las soledades de espíritu no vengan a visitarme..." sencillamente genial!!
    Con tu permiso te sigo, me gusta como escribes ;)

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